domingo, 13 de enero de 2008

El PP regulará los derechos de los abuelos en las visitas a hijos de padres divorciados

El programa electoral incluirá una ley de medidas de protección a las familias, destinada a las tradicionales y numerosas, pero también a las monoparentales y las formadas por parejas de hecho MADRID.- El PP llevará a su programa electoral una ley de medidas de protección y apoyo específico a las familias españolas. Y lo hará partiendo de un concepto liberal de familia que, a diferencia del PSOE, excluye -al menos de momento- a la formada por los matrimonios homosexuales, pero trasciende el propio concepto de familia de la Iglesia católica. Y es que los populares, que han cumplido estos días la consigna de no polemizar en este asunto con el PSOE para no favorecer su estrategia electoral, trabajan a puerta cerrada en la oferta programática de una serie de ayudas directas y de reformas legislativas destinadas no sólo a las familias tradicionales y numerosas, sino también a las monoparentales y a las basadas en uniones de hecho. Los redactores del programa -dirigidos por el coordinador, Juan Costa, y reunidos ayer en Sigüenza (Guadalajara) para dar un empujón al texto- se muestran muy poco interesados en hacer precisiones y definiciones sobre su concepto político de familia. Mucho menos, según lo que se debatió ayer, están por la labor de comprometerse con reformas de calado, como una eventual derogación del matrimonio homosexual. Pocas horas después de que Rajoy declarara por la mañana en TVE que supeditará esa decisión a criterios de «prudencia» y de «oportunidad» políticas, y a un criterio genérico de no deshacer lo andado por el Gobierno del PSOE, los asesores del programa se decantaban por una posición igualmente ambigua y dilatoria: la de esperar y dejar que sea la sentencia del Tribunal Constitucional la que determine su propia decisión. Rajoy reclamó en TVE para España una legislación «como la que hay en Francia, en Alemania, en Reino Unido», que excluya la palabra «matrimonio» y el derecho de adopción para los homosexuales, pero les dote de todos los efectos jurídicos del resto de uniones. Sin embargo, ni él ni sus asesores van a llevar esta bandera a la campaña. El aborto, como está.- Y tampoco darán satisfacción al PSOE ni a la propia Iglesia en lo que a la polémica del aborto se refiere. Los redactores del programa ni siquiera abordaron ayer esta cuestión, pero Rajoy fue taxativo en pantalla al afirmar: «Yo no voy a modificar una ley que lleva 13 o 14 años en vigor, pero sí procuraré que se aplique». El presidente del PP daba así un no a la propuesta de la izquierda de introducir una ley de plazos para el aborto en España, y otro, no menos recurrente -ni el propio Aznar reformó la Ley-, a la de los movimientos antiabortistas y confesionales para revisar a la baja la Ley en vigor. Inspección, en suma, mucha inspección a las clínicas, pero aplicación radical de los supuestos de despenalización. Ni matrimonio gay, ni aborto, ni eutanasia serán, pues, asuntos de campaña para el PP. Y tampoco lo será el llamado divorcio exprés, tan criticado por el Episcopado español. De hecho, el PP de Rajoy ni siquiera se opuso a la Ley de junio de 2005, sino que se limitó a abstenerse en la votación por preferir un plazo de garantía de seis meses en lugar de tres, y por reclamar en vano la figura legal de una mediación obligatoria en casos de divorcios contenciosos con hijos menores. La diputada Carmen Matador declaró entonces que «el Grupo Parlamentario Popular ha valorado desde el primer momento de forma muy positiva la supresión de trámites para acceder al divorcio que, además, nosotros llevábamos también en el programa electoral, porque era el momento de adecuar la Ley del Divorcio a la sociedad de nuestro tiempo». Por su parte, Rajoy aseguró ayer en TVE que no tiene pensado «hacer cambios importantes en la Ley del Divorcio». Sin embargo, sí llevará algunas propuestas al propio programa que, en algunos casos, requerirán de reforma legislativa. Uno de los más novedosos, acordado ayer en Sigüenza y pendiente aún del aval del propio Rajoy, es garantizar la «igualdad» de los padres y las madres en los regímenes de custodia y de visita de los hijos. Más aún, los populares propondrán garantías para los abuelos, cuyos derechos con respecto a los nietos se han visto mermados ante una nueva realidad social dominada por los segundos matrimonios. Y es que, como decía ayer un dirigente popular, «vamos a defender a las familias sin complejos, pero a todas las familias, sin dar la espalda a la realidad social».

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