La mitad de las denuncias que se presentan por casos relacionados con la violencia de género o doméstica se retira antes de la celebración del juicio. Así se desprende de la estadística que a fecha de hoy maneja la Oficina de Atención a la Víctima que se ha topado, así, con una nueva realidad sociológica.
Los datos son claves. De las 107 denuncias que se han presentado desde enero de este año hasta el pasado 7 de abril, 49 han sido retiradas antes de que el caso pudiera llegar al juzgado. Esto provoca que el trabajo previo desarrollado por la Oficina, por la unidad policial de atención a la mujer maltratada y por los grupos sociales encargados de atender a las reclamantes sirva para bien poco, generándose un desgaste ante tal cantidad de denuncias falsas.¿Qué explicación tiene esta nueva realidad? Puede haber varios justificantes. Desde las denuncias presentadas de forma prematura por mujeres que luego consideran lo que en principio calificaban de agresión como una simple pérdida de nervios hasta las parejas que, de mutuo acuerdo, fingen un caso de este tipo para beneficiarse de las atenciones ofrecidas a las víctimas de malos tratos. Estos últimos son los menos, pero darse se dan. Es la unidad de la Policía Nacional dedicada a controlar los casos de violencia de género la encargada de detectar, precisamente, estos fraudes. Ya les ha tocado localizar a parejas que simulan estar separadas para disponer de las ayudas económicas. Estas detecciones se traducen en un delito.La Oficina de Atención a la Víctima no se había topado antes con tal cantidad de denuncias retiradas antes de juicio, lo que viene a definir las líneas por las que se está centrando ahora la realidad social respecto a este tipo de delitos.Al margen quedan aquellas denuncias que sí dan a lugar al desarrollo de un juicio oral. También aquí surgen problemas. Lo habitual en este tipo de juicios es que la víctima se niegue a declarar o bien niegue lo antes traducido en denuncia. De la treintena de asuntos por violencia de género que se han juzgado en este año en los juzgados de lo Penal, sólo diez llegaron a celebrarse al contar con el testimonio de la fémina denunciante y en sólo cuatro casos hubo sentencia condenatoria. El resto quedó absuelto o, al no haber declaración de la denunciante, no pudo tener una acusación en firme.
Retraso del trabajo.- La parte negativa que se esconde detrás de estas estadísticas es el retraso que provoca en el trabajo policial y social que hay detrás. Desde el primer momento en el que se presenta una denuncia se activa una maquinaria de asesoramiento, protección e intervención policial, además de ayuda por parte de expertos en violencia de género. Si dicha denuncia es retirada al poco tiempo de haberse presentado, esa actuación coordinada de nada vale, retrasándose la atención que puede estar reclamando otro sector de mujeres que sí mantienen esa denuncia por malos tratos.Este comportamiento social que define los casos de malos tratos actuales se da indistintamente en los casos de violencia de género (la que se da entre marido y mujer) y los de violencia doméstica (que es la que se da entre primos, hermanos o demás familiares que no sean pareja).
No hay comentarios:
Publicar un comentario