
En concreto, denunciaba que su ex pareja había dado un bofetón al niño y que, desde que éste tenía un año, le había agredido de forma violenta con golpes por todo el cuerpo y, sobre todo, en la cabeza.
Tras la denuncia, la Guardia Civil emitió un informe que detallaba las múltiples denuncias que la acusada había presentado contra su ex pareja y otras personas.
La sentencia explica que también hay constancia de un informe de los Servicios Sociales de Torrelavega, que indica que no se había detectado ningún tipo de maltrato en el menor, e incluso, apunta que el niño estaría "más centrado" y "tranquilo" cuando está con el padre.
El Juzgado ha aplicado en este caso la atenuante de alteración psíquica, porque la acusada padece un trastorno de inestabilidad emocional de tipo límite, que, según se establece en el fallo, influye "de forma moderada" tanto en una alteración cognoscitiva como en la capacidad de control de su comportamiento.
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