jueves, 17 de diciembre de 2009

¿tu ex no te deja ver a tus hijos? ¿Te castiga si no haces lo que quiere con no verlos? ¿Les habla mal de ti? Eso se llama alienación parental.

La Alienación Parental es un proceso en el cual se van sumando acciones que desvirtúan los vínculos entre padres e hijos, en el que la persona en ejercicio de la alienación va cambiando su forma de proceder y de relacionarse con los otros, fijando el motivo de su vida en un objetivo bien individualizado, retirar de su vida diaria y la de lo hijos, al sujeto identificado como su opositor, transformándose en una obsesión que es alimentada por terceros cercanos que no logran evaluar lo que está sucediendo en la relación de esa familia con los padres separados y la necesidad de no ser participes necesarios en la alienación. El Síndrome de Alienación Parental, fue definido por Gardner, como una respuesta de contexto familiar típica al divorcio o separación de sus padres, en la cual el niño resulta alienado respecto de uno de sus progenitores y acosado con la denigración exagerada y/o injustificada del otro progenitor, hecho que produce una perturbación en el niño y que en definitiva, obstruye la relación con el progenitor no custodio, y resulta destruida en los casos más severos. Es la manipulación del padre que tiene la custodia de los hijos en desventaja del otro.

Capturar el control total de sus hijos es para el progenitor alienador, una cuestión de vida o muerte. No es capaz de individualizar (reconocer a sus hijos como seres humanos separados) y es muy convincente en su desamparo y en sus descripciones. A su vez, opera con gran resistencia al examen de un experto independiente (quien podría destapar sus manipulaciones) y no obedece las sentencias de los tribunales.
Es por esas razones que las tendencias científicas dudan en ubicar a la alienación parental como un síndrome, como un maltrato o un problema relacional que tiene su gran acogida en los procesos de divorcios, separaciones y otros juicios relacionados a la responsabilidad de crianza, régimen de convivencia familiar y custodia.
Es habitual que la Alienación Parental, resulte mas sencillo ser entendida por los Profesionales del Derecho que los de la Salud mental, porque se detecta en el ámbito Judicial, en la rutina del seguimiento de los expedientes y como tal debemos considerar a la Alienación Parental como una "Patología Jurídica", presente en las separaciones ó Divorcios llamados "destructivos" con hijos menores, con los síntomas presentes, pero debiéndose considerar como el conjunto de acciones de un Progenitor, usualmente el Progenitor conviviente, en forma inconsciente o conciente, tendientes a eliminar la presencia afectiva y física de los hijos con el otro Progenitor, y la utilización de estrategias legales y extrajudiciales para tal fin.
Una forma de Maltrato Infantil, enumeran los comportamientos y estrategias obstaculizadoras del progenitor alienante:
"Rehusar pasar las llamadas telefónicas a los hijos.
Organizar varias actividades con los hijos durante el periodo que el otro progenitor debe normalmente ejercer derecho a visita.
Presentar al nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.
Interceptar el correo y los paquetes mandados a los hijos.
Desvalorizar e insultar al otro progenitor delante de los hijos.
Rehusar informar al otro progenitor a propósito de las actividades en las cuales están implicados los hijos (partidos deportivos, actuaciones teatrales, actividades escolares…).
Hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.
Impedir al otro progenitor el ejercer su derecho de visita.
Olvidarse de avisar al otro progenitor de citas importantes (dentista, médico, psicólogo).
Implicar a su entorno (su madre, su nuevo cónyuge…) en el lavado de cerebro de los hijos.
Tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar al otro progenitor (elección de la religión, elección de la escuela).
Cambiar o intentar cambiar sus apellidos o sus nombres.
Impedir al otro progenitor el acceso a los expedientes escolares y médicos de los hijos.
Irse de vacaciones sin los hijos y dejarlos con otra persona, aunque el otro progenitor esté disponible y voluntario para ocuparse de ellos.
Contar a los hijos que la ropa, que el otro progenitor les ha comprado, es fea, y prohibirles ponérsela.
Amenazar con castigo a los hijos si se atreven a llamar, a escribir o a contactar con el otro progenitor de la manera que sea.
Reprochar al otro progenitor el mal comportamiento de los hijos.
La Alienación Parental es un proceso en el cual se van sumando acciones que desvirtúan los vínculos entre padres e hijos, en el que la persona en ejercicio de la alienación va cambiando su forma de proceder y de relacionares con los otros, fijando el motivo de su vida en un objetivo bien individualizado, retirar de su vida diaria y la de los hijos, al sujeto identificado como su opositor, transformándose en una obsesión que es alimentada por terceros cercanos que no logran evaluar lo que está sucediendo en la relación de esa familia con los Padres separados y la necesidad de no ser participes necesarios en la Alienación".
el síndrome de alienación parental (SAP): es una forma sutil de violencia después de la separación o el divorcio", prefiriendo hablar de proceso y no de síndrome, explicando que "es el proceso por el cual un progenitor, en forma abierta o encubierta, habla o actúa de una manera descalificante o destructiva: al, o acerca del, otro progenitor, durante o subsecuentemente a un proceso de divorcio, en un intento de alejar o indisponer al hijo o hijos contra el otro progenitor".
Constituye precisamente un proceso en el que se identifican actuaciones de los progenitores que llevan conjuntamente insertados problemas relacionales entre los mismos y para con sus hijos, quienes a la final se les afecta su integridad psicológica emocional y moral, logrando a la vez configurar ese maltrato emocional al cual ya se ha hecho referencia. De manera que la alienación parental es un proceso secuencial de acciones en la que se pueden identificar maltratos emocionales que originan los problemas relacionales entre los miembros de la familia.
Si el proceso se identifica, o se visualiza la amenaza de su perfeccionamiento, debe ser visto por los profesionales del derecho como una violación directa e intencionada de una de las obligaciones más fundamentales de un progenitor: la promoción y el estímulo de una relación positiva y armoniosa entre el hijo y su otro progenitor.