lunes, 28 de abril de 2008

Padres, sinónimo de delincuentes

PABLO HUERTAS. En España se viola todos los días la Constitución en lo referente a preceptos como el de que todos (también los padres varones) somos iguales ante la ley, el derecho a un juicio justo y a la presunción de inocencia, o cuestiones como que la carga de la prueba corresponde al denunciante y no al denunciado cuando se trata de padres de familia inmersos en procesos de separación y divorcio. Se da por sentado que el principal causante de las rupturas, si no el único responsable, es el varón. Se da por supuesto que las mujeres son madres abnegadas, dispuestas a sacrificios y renuncias y que esa heroica entrega debe ser compensada si el matrimonio se rompe. Si un padre divorciado tiene la feliz ocurrencia de pretender ejercer de padre tras el divorcio, continuar educando a sus hijos, seguir dándoles amor y cuidados, aquello que se denomina custodia compartida, será considerado sospechoso de perversidades miles, será mirado con lupa y deberá superar una interminable carrera de obstáculos e incluso será acusado de maltratador y de que con el pretexto de la custodia compartida lo único a lo que aspira es a seguir victimizando a su ex mujer y a sus hijos.

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