"Si los padres viven separados, a la madre le toca el cuidado personal de los hijos". Así lo dispone el artículo 225 del Código Civil, manteniendo la idea original, de 1855: a la mujer le corresponde cuidar a los hijos en caso de una separación. Desde entonces, muchos cambios se han vivido en la sociedad chilena. Y de aquel padre separado que aparecía cada 15 días para salir de paseo se ha pasado en forma creciente a papás que, aunque no vivan con ellos, diariamente llevan a los niños al colegio o, por las tardes, les ayudan a hacer tareas. Un proyecto de ley intenta reflejar ese cambio cultural. Presentado por los diputados Álvaro Escobar (independiente) y Esteban Valenzuela (ChilePrimero), el miércoles ingresó a la Cámara de Diputados, buscando modificar parte del Código Civil. Para el Artículo 225, se propone: "Si los padres viven separados, el cuidado personal de los hijos corresponderá en principio a ambos padres en forma compartida".Según relata el diputado Valenzuela, el proyecto fue suscrito también por Ramón Barros (UDI), Sergio Bobadilla (UDI) Juan Bustos (PS), Francisca Chauán (RN), Ximena Valcarce (RN), Jorge Sabag (DC) y los independientes Eduardo Díaz y Alejandra Sepúlveda. Varios de ellos solicitarán que sea puesto en tabla durante julio en la Comisión de Familia.La tuición compartida -que ya existe en varios países europeos y en 19 estados norteamericanos- apunta a que los derechos y las obligaciones de la crianza sean compartidos por el padre y la madre, en forma independiente de con cuál de ellos vivan los hijos. A juicio de Soledad Larraín, psicóloga infantil y consultora de Unicef, un cambio de la ley en ese punto es positivo: alivia las responsabilidades de las mujeres, les da oportunidades a los hombres y les permite a los niños contar en lo cotidiano con ambos progenitores. "Uno de los costos de la separación es que se produce el alejamiento del padre en la crianza y se priva a los hijos de un contacto cotidiano y permanente con él", dice.Según ella, este proyecto está reflejando un cambio cultural que ya está ocurriendo en la sociedad chilena. En forma creciente, los hombres separados están demandando más tiempo con sus hijos.Así lo reflejan las cifras de demandas por visitas -la mayoría presentadas por hombres- que han ingresado a los tribunales en los últimos años: en 2005 fueron 5.662; y en 2007 llegaron a 20.446.En el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) ven con buenos ojos que un cambio como éste se empiece a discutir. "Hay que tener en cuenta que el Código Civil da cuenta de normas culturales de otra época, y que fue redactado por hombres en tiempos en que las mujeres ni siquiera eran ciudadanas", advierte Marco Rendón, jefe jurídico del Sernam.
Alienación parental.- El proyecto busca "fortalecer la integridad del menor" y resguardar que tenga "la mejor calidad de vida posible en caso de que los padres vivan separados", según su texto.En función de eso, otros cambios que propone al Código Civil apuntan a evitar aquellas situaciones en las que uno de los progenitores intenta alejar al hijo de su ex cónyuge, desprestigiándolo y obstaculizando sus visitas, lo que es conocido como el Síndrome de Alienación Parental (SAP).Una de las motivaciones que tuvieron para presentar el proyecto fue "ver a esos padres destruidos a los cuales no se les deja ver a sus hijos", explica Esteban Valenzuela, aludiendo a los integrantes de la organización "AmordePapá.org", impulsores de la iniciativa legal.En ese punto, el proyecto propone que un progenitor pueda solicitar la tuición de su hijo en caso de que su ex cónyuge incurra en conductas de SAP. Frente a este aspecto del proyecto, profesionales expertas en familia muestran distancia. "Una ley debe regir para lo general, y aquí se está aludiendo a un síndrome que representa una patología; además, se hace muy difícil su aplicación legal porque se refiere a conductas que son muy difíciles de probar", dice la abogada Lucía Aguilera.Ella propone, a cambio, que se modifique la Ley de Menores, "sancionando en forma estricta el incumplimiento del régimen comunicacional (de visitas)".
Posibilidad de acuerdos.- Según David Abuhadba, líder de "AmordePapá.org", la tuición compartida es fundamental para que la mediación familiar funcione: "No se puede negociar cuando uno de los dos tiene todas las de ganar. Hay que hacerlo en igualdad de condiciones".Sin embargo, la psicóloga Soledad Larraín considera que los cambios a la ley no garantizarán por sí solos una mejor relación de los ex cónyuges ni el éxito de las mediaciones. "Si hay un divorcio confrontacional, la ley no va a facilitar los acuerdos. Sin embargo, puede ser una motivación para que los padres posterguen sus diferencias: para mantener una tuición compartida, es fundamental que haya una comunicación fluida entre ambos".
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