Esconde a una madre y a su hija, obligada a ver a su progenitor

Alecrín mantiene desde el pasado jueves en paradero desconocido a una madre y a su hija de siete años, después de que un juez determinase que la pequeña debía pasar un mes con su progenitor. El colectivo de mujeres ha dado amparo a María García y a su pequeña, porque la orden del juez está "creando un desequilibrio" a la niña. Según Ana Míguez, presidenta de Alecrín, la menor no quiere irse con su padre, al que prácticamente no conoce y quien, asegura, maltrató a su madre incluso durante el embarazo, aunque ésta nunca lo denunció, "como tantas mulleres". Por su parte, el padre, también vecino de Moaña, niega este punto. María García crio a la pequeña como madre soltera y nunca convivió con el progenitor de su hija, Antonio Martínez, aunque nunca se opuso a que la niña lo viese en los puntos de encuentro autorizados. La sentencia dictada la pasada semana por el juzgado de Cangas do Morrazo, que obliga a que la pequeña pase el mes de julio con su progenitor, derivó en enfrentamiento el martes de la semana pasada, cuando familiares paternos fueron a recoger a la niña a casa de su madre, de acuerdo con lo dictado por sentencia judicial. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cangas, Alejandro Couselo, ha dictado un auto que ordena a la Guardia Civil a que entregue la niña a Antonio Martínez. El juez también ha llamado a declarar a la responsable de Alecrín el próximo viernes. Concentración.- Alecrín denuncia que se está acusando a la madre de someter a la niña al síndrome de alienación parental para que no quiera ver a su padre y el pasado lunes convocó una concentración de apoyo en la casa consistorial de Moaña a la joven madre. Unas doscientas personas se dieron cita en la plaza a última hora de la tarde, con pancartas en las que se podía leer María somos todos, o Juez, reflexiona.