Síndrome de Alineación Parental (SAP) es uno de los mayores problemas en hijos de padres separados

Insultar a uno de los padres en presencia de los hijos, subestimar los sentimientos de los niños hacia este progenitor y premiar la conducta de rechazo, son algunos de los síntomas del SAP. Cuando un padre busca romper el vínculo de sus hijos con el otro progenitor, se produce un fenómeno muy común en las rupturas matrimoniales, conocido como el Síndrome de Alineación Parental (SAP). Éste fue precisamente uno de los principales temas que se abordaron en el seminario “Padre y madre: presentes siempre, ¿es suficiente el cuidado compartido?”, organizado por el Centro de la Familia de la Universidad Católica de Chile y la agrupación Amor de Papá. Esta organización, creada en octubre de 2007, está formada por hombres que se conocieron en los pasillos de los Tribunales de Familia y que buscan poder ejercer efectivamente su rol de padres, puesto que muchas veces se ven alejados de sus hijos. La razón suele tener que ver con el SAP, es decir, cuando los niños, alentados por uno de sus progenitores, terminan odiando al otro injustificadamente. Entre los indicadores típicos del SAP están: impedimento por parte de uno de los progenitores a que el otro ejerza el derecho de convivencia con sus hijos; desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia de éstos; subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor; e incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo, entre otros.

Los menores que sufren de este síndrome relacionan sus frustraciones con los pensamientos o recuerdos asociados al progenitor alienado, desarrollando una tendencia a proyectar toda su negatividad sobre la imagen que tienen de éste, lo que termina por destruir tal imagen y la relación misma. Otro fenómeno que se da en caso de conflicto en las parejas, es el de “triangulación afectiva”. Es decir, como explicó el sicólogo Cristián Cejas, cuando se involucra a un tercero en la discusión, en este caso los hijos, siendo instrumentalizados por los adultos y pasando a tomar parte en las descalificaciones. Todo esto con graves consecuencias para su desarrollo, como dificultad para establecer relaciones afectivas y conflictos en la elección de pareja. El problema, como afirmó la magistrada Gloria Negroni, es que muchas veces los padres no se dan cuenta de los perjuicios que les causan a sus hijos, por lo que el juez debe visualizar, en primer lugar, el daño que se les está provocando a los niños. Sin embargo, tal como expresó Carmen Domínguez, directora del Centro UC de la Familia, lo importante es dilucidar qué es lo mejor para toda la familia y no sólo para uno de los miembros, tratando de mantener los lazos por muy débiles que éstos sean. La profesora de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, también expuso sobre los distintos modelos que existen en el mundo respecto al cuidado de los hijos en caso de separación, que van desde la tuición exclusiva de uno de los padres hasta uno compartido. Frente a lo cual concluyó que, si bien no existe una solución universal, se observa una evolución en los distintos sistemas jurídicos a que la presencia de ambos progenitores se mantenga en la vida los niños. El desafío de nuestro país, por tanto, es construir un modelo intermedio que responda a la realidad de las familias chilenas.