martes, 1 de julio de 2008

Víctimas del SAP

Muchos menores no pueden ejercer su derecho de compartir el tiempo con sus progenitores, abuelos o parte de la familia. Son víctimas del SAP (síndrome de alienación parental). Por el hecho de que una madre unilateralmente haya iniciado un divorcio contencioso, se condena a los hijos a prescindir del cariño del padre y de la compañía de una parte de su familia. Mis hijas menores de edad sufren un SAP grave y llevan más de dos años y medio apartadas de una parte de su familia. Ser de una secta es delito si aliena a sus miembros, pero si lo hace una madre, no. Un secuestro es delito si se pide dinero a cambio, pero si lo hace una madre no. No puedo acudir a ninguna organización oficial que defienda a mis hijas. El maltrato oficial es sólo unidireccional: ser mujer en este país te hace inmune al delito, y eso que la comunidad científica nunca ha publicado ningún estudio que demuestre la bondad innata de la mujer. Esta forma de maltrato infantil queda hoy totalmente impune ante la justicia, generalmente por la desinformación y el poco interés demostrado por los equipos psicosociales y jurídicos. Evidentemente, cualquier contencioso es una fuente de ingresos para los agentes intervinientes. Actualmente, somos muchos los padres que sufrimos este cruel chantaje emocional y luchamos todos los días para que nuestros desgraciados casos afloren en la opinión pública y que de una vez por todas se diga toda la verdad sobre la violencia familiar. La custodia compartida evitaría convertir a los hijos en moneda de cambio y dejarían de ser negocio para las madres sin escrúpulos. Francesc Altarriba

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