miércoles, 12 de noviembre de 2008

Papá, ¿estás enfadado conmigo?

Ésa fue la terrible pregunta que me hizo mi hijo de cuatro años nada más despertar. Me separé hace cinco meses, y como hombre que soy, por obra y gracia de un juez, he pasado de convivir y compartir con mi hijo todas las horas que podía a tan sólo verle dos días cada dos semanas. Es decir: cuatro días al mes. El juez no contempló ni custodia compartida ni tan si quiera que pudiera verlo dos tardes entre semana. Éste debe de ser el principio de igualdad que se pregona desde el Gobierno hasta el último medio de comunicación. Yo, a mi manera, le explico que un señor que manda mucho ha decidido que sea así y que papá hará todo lo posible para que nos veamos más y podamos vivir como padre e hijo.
JOSÉ MANUEL CASTRO SÁNCHEZ

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