miércoles, 21 de enero de 2009

Conciliación de la vida laboral y la familiar

Quisiera exponer mi caso tras la información aparecida en este diario sobre el aumento de renuncias a la baja maternal por parte de las madres con altos cargos, la conciliación de la vida familiar y laboral. Más injusta aún se hace esta carrera cuando encima, en caso de producirse una ruptura matrimonial, a una madre le quitan la custodia de sus hijos alegando «mayor flexibilidad laboral» del padre. Eso sí que toca el fondo de la injusticia. ¿Es que la dedicación profesional como mujeres nos inhabilita como madres? Y esto llega mucho antes de que la igualdad en el trabajo sea un hecho. Soy madre de dos hijos de nueve y diez años, condenada a verlos sólo los miércoles y en fines de semana alternos. Por mucho que continúe en mi lucha por recuperar a mis hijos, la ley ni siquiera contempla la custodia compartida cuando no es de mutuo acuerdo. Encima tengo que pagar al padre una pensión mensual para que cuide de mis hijos, y tuve que abandonar mi casa. Sí, sé que es una situación que muchos hombre están sufriendo, sólo que a ellos nadie les pone en duda que hagan de padres y trabajen. A nosotras, sí. Deberíamos todos pensar en los niños, en sus necesidades, afectivas y emocionales, que nada tienen que ver con la dedicación al trabajo de una madre, ya que es evidente que la mayoría de las madres somos capaces de hacer ambas cosas, por muy complicada que sea la logística, y eso también debería ser un buen ejemplo para las generaciones futuras. Ina Mexía. Barcelona

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