viernes, 10 de julio de 2009

México: Divorcios no necesariamente tienen que ser conflictivos

El divorcio no tiene que ser motivo para crear discordias e intrigas entre los hijos, porque pueden existir separaciones sanas que mantengan el vínculo del amor a pesar de la distancia, aseveró Nelson Zicavo Martínez, director master en mediación e intervención familiar de la Universidad del Bío Bío, Chile. En la clausura del taller "Síndrome de Alienación Parental y la Padrectomía", impartido en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, el especialista dijo que si ya no funciona el amor entre las parejas es aceptable el divorcio.

Los padres deben ser lo suficientemente maduros y conscientes de que los hijos son los más afectados con una separación, por lo que deben de mantener una relación sana sin intrigar ni calumniar al cónyuge que haya perdido la custodia legal ni viceversa.
Aseveró que esta situación conflictiva y de guerra sin cuartel entre las parejas divorciadas deja secuelas psicológicas entre los hijos, quienes de por sí ya sufren por la separación.
Asimismo recomendó a los jueces y magistrados que tomaron el curso a evitar las separaciones entre hermanos en un divorcio, pues no es justo que los hijos pierdan literalmente a los padres para que también tengan que sufrir la separación dolorosa entre hermanos. Es necesario crear una cultura educativa acerca de los divorcios y las separaciones entre las parejas, pues no necesariamente los divorcios tienen que ser conflictivos. "Si se termina el amor entre las parejas es mejor que cada quien tome su rumbo a través de un divorcio sano, con padres conscientes y maduros para poder mantener la imagen de padres ante sus hijos". El hecho de que las personas no funcionen como parejas, no significa que tampoco sean buenos padres, esto nada tiene que ver, puntualizó. En definitiva, señaló que es mejor criar un hijo entre dos que hacerlo solos a pesar de la separación, tomando en cuenta que se tiene que dejar de lado el egoísmo y el odio por el bienestar psicológico de los vástagos. Recordó que la alienación parental es cuando el progenitor que se queda con la custodia de los hijos se da a la tarea de desprestigiar a su ex, haciéndole creer al hijo que su madre o padre es una persona realmente mala.
La padrectomía es cuando la figura masculina sufre no sólo la separación de su hijo, sino el desprestigio del cual ha sido objeto ante su vástago por boca de su ex. Enfatizó que este tipo de conductas son nefastamente nocivas para los hijos, ya que dejan secuelas psicológicas de graves consecuencias, sobre todo cuando los hijos son menores

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