La Ley de Custodia Compartida es una medida revolucionaria que está preparando la Consellería de Gobernació de la Generalitat Valenciana. Dicha ley permitirá que los hijos estén siempre en el domicilio familiar y los padres deberán ir turnándose en el hogar.
Hasta ahora, en un divorcio y como norma general, el padre debía abandonar el domicilio familiar y la madre se quedaba con la custodia de los niños y con el patrimonio, en este caso la vivienda. Con la Ley de Custodia Compartida esto cambia y equilibra la balanza a fin de que ambos cónyuges tengan los mismos derechos y privilegios.
Los niños no abandonarían el hogar y además podrían estar con ambos progenitores en un régimen de alternancia, cada progenitor disfrutaría de la vivienda y estaría junto a sus hijos en periodos pactados, evidentemente, para llegar a esta solución sería necesario un acuerdo entre ambos padres. A través de la publicación digital Las Provincias, podemos conocer algunos casos en los que un juez ha obligado a ambos progenitores a compartir el domicilio familiar para garantizar el adecuado desarrollo de los hijos.De momento la futura Ley de Custodia Compartida se está estructurando y definiendo, iniciativa que al parecer también pretenden adoptar otras comunidades españolas. Suponemos que cada caso será estudiado detalladamente, ya que existen diferentes motivos que conducen a la separación y divorcio de los padres, algunos de estos motivos deberían contemplarse como una pérdida de los derechos que pretende equilibrar dicha ley, un ejemplo podría ser que uno de los padres fuera un maltratador.
Al margen de este dato, las ventajas para los niños están constatadas, los hijos podrían disfrutar de estabilidad geográfica sin cambios traumáticos de colegio y amigos. Ambos progenitores podrían cuidar y disfrutar de sus hijos por igual, sin embargo, surgen varios inconvenientes que provocarán que la mencionada ley tarde en hacerse efectiva.
Además del posible trauma sentimental para los padres por compartir recuerdos, objetos, enseres, etc., con sus parejas, hay que añadir que la ley podría propiciar un empeoramiento de la situación económica, ya que obliga a la familia a tener tres domicilios, uno para compartir con los hijos y uno individual para cada progenitor. El mismo presidente de la plataforma
Custodia Compartida de Valencia, advierte de este problema y de otros añadidos que guardan relación con el aspecto económico.
Como decíamos, la nueva ley parece subsanar la desigualdad en muchos aspectos pero crea otros problemas, quizá una ayuda por parte de los organismos competentes para el alquiler o la adquisición de una vivienda individual para los cónyuges podría ser una solución. Hay que decir que en el caso de que uno de los cónyuges se quede con el domicilio familiar por determinadas razones y motivos, la Consejería valenciana podría ayudar económicamente al progenitor desprovisto del domicilio familiar a acceder a una vivienda.
En todo caso, lo que realmente importa es la salud física y psíquica de los hijos, ellos no tienen la culpa de la situación y se deben buscar las mejores soluciones que puedan reducir el trauma del divorcio de los
padres.
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