jueves, 3 de septiembre de 2009

«No debemos olvidar que los que se divorcian son los padres, no los hijos»

Luis Manuel López Fidalgo lleva tres años al frente de la delegación asturiana de la Asociación de Padres de Familia Separados. En este tiempo ya ha conseguido lo que ninguna otra delegación de su asociación en España: un local cedido. El Ayuntamiento les concedió hace dos semanas las llaves de una de las oficinas en el nuevo hotel de Asociaciones Sociosanitarias, ubicado en Hermanos Felgueroso.
-¿Cuánto tiempo llevaban esperando este local?
-Los trámites los empezamos hace más de dos años, pero ya se sabe cómo es esto y cada día nos decían que faltaba un papel nuevo. Y así estuvimos, dando vueltas, hasta que hace un par de semanas, casi por sorpresa, nos dieron las llaves de la nueva oficina.
-Además les llega en el momento justo, después de las vacaciones, una época en la que abundan las separaciones...
-A finales de agosto esto empieza a subir, y ya no para hasta las navidades. Hemos recibido más visitas en estos últimos cinco días que en todo mayo. Los matrimonios creen que yéndose de vacaciones los problemas se acaban, pero cuando vuelven a la rutina, a los madrugones, a levantarse todos los días con la misma persona... acaban por explotar.
-¿Qué ayuda encuentra aquí un padre separado?
-Sobre todo, apoyo. Le hacemos darse cuenta de que no están solos, porque muchas veces llegan aquí perdidos y sientiéndose anulados como persona. También les asesoramos jurídicamente, les ponemos en contacto con abogados de familia que colaboran con la asociación, y que están especialmente sensibilizados con el tema.
-¿Es esa soledad lo que le motivó a empezar a colaborar en la asociación?
-En cierto modo sí. En multitud de ocasiones no nos damos cuenta de la situación que tiene que afrontar un hombre recién separado. Este hombre tiene que empezar su vida desde cero, se queda sin casa y con unos gastos económicos que a veces no puede afrontar. Y para colmo deja de poder ver regularmente a sus hijos, pasa de ser el padre a ser un mero 'invitado'.
-¿Qué soluciones les proponen?
-En primer lugar, después de un divorcio tiene que haber una liquidación de bienes gananciales, así las dos partes tienen la misma capacidad para retomar sus vidas sin soportar las cargas del antiguo matrimonio. En segundo lugar, nosotros defendemos la custodia compartida. Los dos padres tienen el mismo derecho a pasar tiempo con sus hijos, porque no debemos olvidar que los que se separan son los padres, no los hijos.
-¿Nada de pensión alimenticia?
-No, porque con la custodia compartida es simplemente innecesaria. Si el hijo pasa tanto tiempo con el padre como con la madre, él ya se está haciendo cargo de la mitad de sus gastos, ya no hay razón para mandar dinero a la madre. Es la ley de 'quien lo tiene lo mantiene'.
-Les habrán acusado muchas veces de machistas...
-Por desgracia, pero nosotros no somos ni machistas ni hembristas. Defendemos una igualdad plena, las mismas ayudas y oportunidades para los hombres que para las mujeres, y viceversa.
-¿Se sienten entonces marginados por las administraciones?
-Más bien por la sociedad, tanto por los medios de comunicación como por la gente de la calle. No es justo, ni mucho menos igualitario, que el maltrato a una mujer sea un delito penal y el maltrato a un hombre se quede solo en un delito de faltas. Tampoco lo es que haya decenas de albergues para mujeres, y ninguno para los hombres que tienen que abandonar su hogar.
-¿Qué consejos dan para divorciarse de 'buenas maneras'?
-Hacer una lista con las exigencias de cada uno, y acudir con ella a un mismo abogado, experto en temas de familia. Después toda la familia debería acudir a un mediador familiar. Con estos dos pasos, y un poco de sentido común, se consigue un divorció rápido, sin problemas y económico.
-¿Y cuántos siguen sus consejos?
-Yo no tengo cifras oficiales, pero mi experiencia me dice que menos de un 1% de los divorcios, que tienen niños de por medio, acaban bien.

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